El por qué y el por qué no.

El reciclaje, siempre se habla de ello, de que deben reciclar el papel, el vidrio, latas, etc.
Siempre el motivo es que ayuda al medio ambiente y es un gasto menos, tratando de apelar al lado económico de las personas. Sin embargo, nunca se ha tratado de llegar a las personas realmente, y como al menos yo lo veo, se llega casi nada a la población; ni siquiera con lo del calentamiento global ha habido un aumento en este acto.

El reciclar o no es más bien un problema de moral, si de moral, como su misma procedencia indica, la cual viene del latín 'mos' que significa costumbre, un conjunto de costumbres que orientan sobre el bien y el mal; por esto no se llega bien a la población, porque no está en sus costumbres y se resisten a que lo esté. Otras costumbres en las personas se puede modificar fácilmente, o es menos difícil, así como la campaña del metro para que sean más tolerantes y amables o que no crucen a la mitad de la calle o algo tan simple como no robar. Además éstas no son castigadas socialmente, si alguien le quita el bolso a otro y sale corriendo, creará expectación y todos pensarás como es que hace eso etc, pero si en vez de eso es una persona que se come un helado y bota un papel en el suelo no es tomado en cuenta.

A lo que voy es que para aumentar el reciclaje hay que hacer pasar a las costumbres. Si les dicen que es malo para el medio ambiente no sirve de mucho, pues como es ajeno a ellos no les importará, lamentablemente el mundo es individualista. Algunas cosas que son ajenas, pero aún así llegan a la gente, un ejemplo de ello es la teletón, sé que es un ejemplo un poco exagerado pero se adecua a lo que hablo, muchas personas no tienen nada que ver con ella, no tienen a ningún familiar en la fundación, pero de todas formas aportan, y algunos hacen campañas y eventos para poder ayudar aún más. ¿Porqué lo hacen si son ajenos al tema? Simplemente porque su moral les dice que deben ayudar a cosas de ese tipo, es costumbre de la población, en un principio se juntó un millón de dólares de ese entonces, pero poco a poco fue sumando más adherentes y subiendo la meta, hasta el punto de que se convirtió en costumbre, en una tradición de Chile. Si pudiéramos mover esas ganas, ese esfuerzo, o un poco menos de el, a otras cosas así como el reciclaje, yo diría que tendríamos la tarea completa. Aún no estoy seguro de cómo se podría hacer eso y tampoco es factible, pero si vamos a tratar de hacer un cambio hay que tratar por todas las maneras posibles.

Todos a los que les interese realmente reciclar, piensen en un modo de mover esas ganas, de motivar de esa manera a la gente en vez de hablarle de cosas tan lejanas, aparentemente, a ellas.